5 razones para ver El Ministerio del Tiempo

El Ministerio del Tiempo de TVE se ha convertido en un fenómeno que ya no sorprende a nadie. La serie creada por Javier y Pablo Olivares ha roto todos los moldes de la ficción nacional. Sus datos de audiencia son buenos, sus actores geniales y sus tramas originales y con un fino toque de humor.

Pero lo que de verdad hace a esta serie diferente es la legión de fans que la acompaña desde sus inicios, los llamados «Ministéricos». Hordas de personas que son muy activas en las Redes Sociales y que, tras una campaña ante la posible desaparición de la serie en su primera temporada, lograron que Televisión Española la renovara para una segunda temporada.

Tras la vuelta de la ficción televisiva a TVE después del parón por sorpresa de varias semanas que dejó en ascuas a sus numerosos fans, es el momento de contarte, si todavía no sabes de qué va la serie, las razones por las que deberías ver El Ministerio del Tiempo.

¿Por qué ver El Ministerio del Tiempo?

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1. Por sus historias

Si te gusta la Historia, ésta es tu serie. Y si no te gusta, también. Porque trata al espectador de forma inteligente pero sin caer en el elitismo. Es Historia para todos, con anécdotas, humanizando a los personajes históricos como Lope de Vega, Velázquez, Spinola o Torquemada. Personajes que hemos estudiado en los libros en nuestra juventud y que ahora se convierten en carne ante nuestros ojos. Y encima te sacan una sonrisa, que en los tiempos que corren, no es poco.

La mano de Javier Olivares y su hermano, el tristemente desaparecido Pablo, está muy presente. Creadores de series como Isabel o Victor Ros y guionistas de Los Serrano o Los Hombres de Paco, han dotado a esta ficción de un plus de calidad dentro de la narrativa serial española. Y esto es cierto, todos los críticos lo apuntan, desde el primer capítulo se pudo observar que no iba a ser una serie como otras. ¿Ciencia ficción hecha en España? A quién se le ocurre.

2. Por ser una serie de Ciencia Ficción

En España no estamos acostumbrados a innovar de tal manera. Los viajes en el tiempo no han sido un tema recurrente, ni mucho menos, en nuestro país. En esto, los americanos y los británicos nos llevan ventaja. Algunos todavía nos acordamos de aquella serie basada en la británica Life on Mars, llamada La chica de ayer, donde un inspector de policía  de nuestra época despertaba en 1977 tras un accidente y tenía que adaptarse a la sociedad de ese período e intentar volver a su tiempo.

Sin embargo, El Ministerio del Tiempo va mucho más allá. Sus protagonistas son auténticos viajeros entre épocas que deben realizar misiones en momentos históricos concretos para que la Historia que está escrita en los libros no sufra ningún cambio. Trabajan en un Ministerio del que casi nadie sabe nada. ¿Cómo son capaces de viajar allí?, a través de las Puertas del Tiempo. Pura originalidad.

Escalera helicoidal que lleva a las Puertas del Tiempo

3. Por sus protagonistas

La calidad de esta serie no solo viene proporcionada por unos guiones redondos, una cuidada ambientación o por lo arriesgado de su propuesta. Sino también por la elección del elenco protagonista, cuya sintonía en la pantalla funciona como un reloj suizo. Aura Garrido da vida a Amelia Folch, una de las primeras universitarias en España. Es inteligente, decidida y la jefa de la patrulla. Rodolfo Sancho es Julián, un enfermero del SAMUR que perdió a su mujer y que ha encontrado en el Ministerio una nueva ilusión tras esa desgracia personal. Es socarrón, ágil de mente y capaz de solucionar cuestiones con mucha creatividad. Por último, Nacho Fresneda, o lo que es lo mismo Alonso de Entrerríos, un soldado de los tercios de Flandes, valiente como pocos, fiel y excelente compañero. Es una delicia ver cómo se desenvuelve en una época en la que todo es un «sortilegio» para él.

Esta patrulla debe rendir cuentas a sus dos superiores, Cayetana Guillen Cuervo o Irene Larra y a Juan Gea, en la serie Ernesto Giménez. Todos ellos dirigidos por Jaime Blanch, el subsecretario Salvador Martín, con su secretaria Angustias, interpretada por  Francesca Piñón.

Pero no sólo del trío protagonista se nutre la serie. Trío que, por  otra parte, se rompió durante unos capítulos cuando Rodolfo Sancho abandonó el Ministerio de forma momentánea para grabar Mar de plástico. Esta baja fue muy bien reemplazada por Hugo Silva, en el papel de Pacino, un policía de los 80, recién salido de una dictadura. Un personaje muy interesante y que, a buen seguro, volveremos a ver caminando por los pasillos del Ministerio.

Pero a lo que iba. Los protagonistas, están muy bien secundados por una serie de personalidades, tanto históricas como no históricas que dotan de unidad a toda la serie. Son el complemento perfecto y, en muchos casos, igual de relevantes o más que la patrulla principal. Ahí podemos encontrar a Velázquez, que tendrá su cuota de protagonismo en varios capítulos, al general Ambrosio Spinola, que acompañó en una misión a Pacino o a la propia Angustias.

Fan art de Alex Muñoz (@Alex-Spooky)
Fan art de Alex Muñoz (@Alex-Spooky)

4. Por su fenómeno fan

La aparición de esta serie dentro de la parrilla programática de TVE significó la confirmación de un hecho. Que no iba a ser una serie como las demás.

Ya desde los primeros capítulos se observó que tenía algo especial. Ya fuera por el humor, por la ironía o por las constantes referencias cinematográficas que planean por toda la emisión. Todo esto ha provocado un seguimiento masivo en las Redes Sociales, dando lugar a un fenómeno fan como no se había visto en este país. Sí, es verdad que hay series que tiene infinidad de seguidores, que se conocen los diálogos y las coletillas de memoria, caso de Aquí no hay quien viva, por ejemplo. Pero ninguna ficción española había aunado de tal manera a espectadores de varias generaciones delante de la pantalla. Unos espectadores altamente dinámicos en las Redes Sociales, los «Ministéricos».

Los datos así lo demuestran: casi 65.000 seguidores en Twitter, más de 31.000 en Facebook, otros miles en Instagram, un foro de Tumblr con miles de ellos también. Y no sólo son números sino que la gran actividad de estos fans inundan las redes. Desde podcast, fan art, vídeos en YouTube, gifs animados, trending topics, análisis, críticas y centenares de creaciones como fanfics, partidas de rol, generador de certificados, etc. La gran cantidad de contenidos anexos generados te permite completar la información vista en los capítulos o, simplemente, hacerlos más entretenidos.

En audiencia social en Twitter, y según datos de Kantar Media, El Ministerio del Tiempo fue líder en tres de sus ocho primeras emisiones y segundo en las otras cinco. Pero no sólo de datos viven los «Ministéricos». El ruido social era de calidad ya que la inmensa mayoría de menciones eran positivas hacia la serie y dieron relevancia a personajes históricos como Velázquez, Lope de Vega o Torquemada o populares como Curro Jiménez, Terminator o Rosendo, por poner varios ejemplos.

Hasta tal punto tienen poder, que ante el rumor de cancelación de la serie en la primera temporada, realizaron una campaña tan activa en las redes que hizo recular a Televisión Española y permitió que podamos disfrutar de una segunda temporada que no ha perdido ni ritmo ni agilidad.

5. Y por ser española

Sí seriéfil@s, porque es española. Estamos asistiendo, en mi opinión, a una época dorada de la ficción realizada en nuestro país. Las cadenas, tanto públicas como privadas cada vez arriesgan más en sus propuestas. Y esto viene ocurriendo desde hace varios años. No es nuevo. Pero sobre esto ya me extenderé en un post mucho más completo en próximas fechas.

En definitiva, una serie redonda, que ha ganado distintos premios, entre ellos el Premio Ondas a la Mejor Serie de 2015 o dos Premios de la Unión de Actores, para Nacho Fresneda (Alonso) como mejor actor y Ángel Ruiz (Federico García Lorca) como mejor actor de reparto.

Después de este artículo, ¿crees que tú también serás un «Ministérico»?

¡Nos vemos en las Puertas del Tiempo!